martes, 14 de mayo de 2013

estudiantes 1 unión 0


Estudiantes reafirmó la levantada de los últimos encuentros y le ganó a Unión 1 a 0 con un cabezazo de Duvan Zapata a los 21 minutos de la segunda etapa. Después de un primer tiempo flojísimo, el ingreso de Correa y la potencia de Zapata justificaron la victoria. 
La producción del equipo en los primeros 45 minutos fue realmente preocupante. Prácticamente no pateó al arco, casi no pudo dar dos pases seguidos y cada esporádica jugada de mitad de cancha hacia arriba fue organizada, desarrollada y culminada por el mismísimo Zapata. Si bien es cierto que Unión no hizo demasiado por quedarse con la victoria, se aproximó con un par de jugadas que lo dejaron un poco más cerca de marcar. 
Pero en el segundo tiempo la mano cambió. Y mucho tuvo que ver en ese cambio el ingreso del pibe Correa, que reemplazó a Jara, y le dio al equipo algo más de fútbol. De hecho, una aparición suya sirvió para habilitar a Núñez, quien se sacó de encima a su marcador para que Zapata meta un cabezazo letal para marcar la diferencia. Previamente, el colombiano había avisado con otro cabezazo que reventó el travesaño.
Estudiantes justificó la victoria en la segunda etapa. Luego de un flojísimo primer tiempo, pudo despertarse en la segunda parte y cosechar tres puntos vitales para confirmar que la remontada es una realidad. 



Pellegrino se fue conforme con la victoria, aunque sabe que el equipo debe seguir mejorando. “En el primer tiempo no nos duraba la pelota, no la podíamos aguantar, ni nos juntábamos ni apretábamos. Pero en el segundo tiempo pudimos corregirlo y ganamos bien”, explicó.
El técnico confesó que esperaba un partido como el que se dio, al mencionar que “sabíamos que iba a ser complicado. El primer tiempo fue parejo y muy difícil. En la segunda parte salimos mejor, más decididos y creo que la victoria es justa. Yo me voy contento con el trabajo de los chicos y creo que estamos por el buen camino”.
Por último, el DT resaltó la importancia que tuvo terminar, nuevamente, con la valla invicta y destacó la importancia que tuvieron los jugadores en dicha faceta: “Si el equipo está en buen momento defensivo es una virtud de los jugadores. Ojalá sigan de la misma manera”, culminó. 
Gerónimo Rulli (5): Cometió un error que pudo haber costado caro pero se repuso in extremis. No tuvo atajadas demasiadas difíciles. Aquella sola mancha referida.

Marcos Angeleri (5): De menos a más. En el segundo tiempo ganó en seguridad. Sin alardes de pureza, es cierto, pero al menos expeditivo.

Germán Ré (4): Obligado a salir jugando quedaron expuestas sus enormes limitaciones con la pelota en los pies. Falló sistemáticamente cada pase.

Leandro Desábato (6): Jugó su mejor partido en el Torneo Final. Recuperado en el timimg de anticipo. Atento, expeditivo, seguro.

Jonathan Silva (5): El hecho de que haya ganado en determinación para marcar sufre un efecto contraindicado: abusa de las infracciones. Estuvo al borde de recibir la tarjeta roja.

Leonardo Jara (3): El más flojo de Estudiantes. Falta de compromiso, falta de entendimiento, falta de precisión…

Gastón Gil Romero (5): En el primer tiempo sufrió horores el toqueteo de los mediocampistas de Unión. Después se afirmó y ganó más de lo que perdió.

Román Martínez (5): Un gran remate que tapó Limia y poca cosa más. Demasiados pases inocuos, laterales o verticales, pero a dos metros.

Carlos Auzqui (4): Debe reconocérsele una voluntad inquebrantable. Pero eso es tan cierto como que vive apresurándose de forma indebida. Dispuso de una buena oportunidad para convertir pero tiró la pelota a los nubes.

Maximiliano Núñez (7): Con las virtudes y defectos que se le reconocen pero al mismo tiempo con virtudes que no abundan en el plantel. Atrevimiento para encarar, pasar y llegar al fondo. Dos muy buenos centros que dejaron a Zapata en inmejorable posición para convertir,

Duván Zapata (7): Pivoteó, luchó contra los defensores de Unión, íntentó asociarse con más solidaridad que en los partidos precedentes. Tres atléticos saltos que redundaron en un cabezazo desviado, otro que se estrelló en el travesaño y otro que rubricó en gol. Fue figura. Decisivo.

Joaquín Correa (6): Una bocanada de aire fresco. Su ingreso dotó a Estudiantes de mayor precisión y mayor chispa de tres cuartos calles arriba. Inició la jugada que continuó Núñez y consumó Zapata.

Leandro Benítez (5): En pocos minutos se desdobló en la obstrucción y en la circuculación. Ni destacó ni fracasó.

Jonathan Schunke (x): Jugó apenas diez minutos y sacó el par de pelotas que debía sacar. 

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