Buscando entre diarios viejos
encontré el del clásico 129, un clásico jugado un
11 de marzo del 2001.
Diciéndolo de esta forma parece ser un clásico más de los tantos jugados en 1 y
57, pero no es así, fue el último partido jugado por el querido
Ruso
Prátola. Si bien ese día no se sabía nada, el destino quiso que el Ruso se
despidiera de las canchas con un triunfo nada menos que contra el rival de toda
la vida.
Dejo para que refresquen la memoria los que estuvimos ese día lo que
publicaba el Diario El Día en su sección de Deportes. Recuerdo que sólo habla
del desarrollo del juego, ya que unos días más tarde se conoció la noticia que
paralizaría al hincha...
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Tapa de la sección de Deportes
del Diario El Día |
CUANDO SE DESPERTARON, CASI SE LLENAN DE
GOLES
ESTUDIANTES, POR MÁS CERTERO
Y CONVENCIDO
Se dice que la historia la
escriben los que ganan y en ésta, la del clásico 129 del profesionalismo, un
partido repleto de imponderables, tiene la prioridad Estudiantes, que tuvo a su
favor el hecho de haber realizado un mejor aprovechamiento de las oportunidades
de gol que se le presentaron a diferencia, claro esta, de Gimnasia, que
finalmente debió cargar con la frustración que significa cargar con la
derrota.
Lo cierto es que tras un
comienzo con muchos errores y mínimos aciertos, dentro de un partido cerrado,
tedioso por momentos, con ambos equipos mas preocupados en destruir que en
crear, de pronto llenaron la cancha de 57 y 1 con un ida y vuelta electrizante,
con picos de emoción y suspenso muy altos y con un cierre no apto para
cardiacos. Estuvieron muy cerca de ametrallarse a goles, pero la puntería que
hicieron gala ayer fue realmente muy mala, y en eso la más pesada cruz recayó
sobre la gente de la visita.
El clásico platense, insistimos, estuvo
repleto de imponderables. El primero, la salida de Sava por lesión. Lo complicó
a Gimnasia habida cuenta de lo que significa para el ordenamiento táctico del
equipo el capitán, y lo benefició a Estudiantes porque se liberó de ataduras en
materia defensiva, más allá que los piques y las diagonales de Enria, su
reemplazante, siempre resultaron complicadas.
El segundo imponderable
estuvo en la jugada del primer gol albirrojo. Faltó a la cita, o mejor, no
estuvo en el lugar asignado el marcador de Galletti en esa jugada de córner
(ejecutó Pompei desde la izquierda y la peinó por el medio Azconzabal). El
delantero dispuso de tiempo y espacio para definir de zurda ante un indefenso
Hernando.
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Galletti, Agoglia, Tauber,
Piersimone, Colotto y Osorio |
El tercer imponderable
resultó la ubicación del linea en el segundo tanto local. No para sancionar a
Farias, que entró bien desde atrás para empujar el balón a la red, sino para
discernir sobre la ubicación inicial de Galletti, que habría partido por derecha
en posición dudosa.
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Luciano Galletti y el Pata
Pereyra |
El cuarto imponderable que la actitud
criticable de Cardozo, que tomó a Enria dentro del área en una jugada
intrascendente. Sanchez pitó el penal que convirtió luego Pereyra, y puso a
Estudiantes con la soga al cuello, cargándolo de nervios y angustia, cuando
venía derecho a resolver con propiedad el clásico.
Y el quinto
imponderable estuvo en los pies y las cabezas de todos aquellos jugadores que
pisaron el área con posibilidades claras de gol, y las desaprovecharon
sistemáticamente, un poco por impericias propia y otro poco porque la tensión
había llegado a picos máximos y las responsabilidades eran abrumantes ante la
presión que bajaba de la tribuna.
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El Huesito Galletti festejando
el primer gol |
Pero, insistimos, como la historia la
escriben los que ganan, este capítulo de la larga historia de los clásicos corre
por cuenta de Estudiantes, que en los primeros 20 minutos del complemento, por
actitud y juego, terminó justificando la victoria.
El equipo local tuvo
todo. Buen toque, rotación, descargas certeras y llegadas profundas. Un remate
de Osorio desde afuera reventó el travesaño y Hernando, varias veces, debió
enfrentar a delanteros que llegaban armados y a la carrera a su área.
Por rara paradoja, llegó al
segundo tanto cuando Gimnasia había equilibrado el juego, pero apelando a lo que
mejor sabe hacer: el contragolpe. La habilitación de Osorio, la corrida de
Galletti (¿en off-side?) por la derecha y el pase hacia adelante burlando a
Hernando para que Farias solamente la empujara.
Gimnasia, sin su eje
(Sava) y lidiando con un desorden que lo tuvo a mal traer, con escasas
apariciones en escena de Messera y cierta abulia en Albornoz, tuvo sin embargo
su cuarto de hora. Apelando al último resto físico y a los pelotazos. A presión
permanente, aún descubriéndose atrás, regaló entrega y determinación. Descontó a
través de aquel penal de Cardozo a Enria, y bien pudo haber dado la sorpresa
ayer en 57 y 1 de haber afinado la puntería Enría aunque, se sabe, el fuerte del
santafesino no es precisamente el gol.
La historia del clásico,
entonces, definitivamente, la escribirá Estudiantes. Que estuvo certero y
después se defendió con heroicidad. Le alcanzó esta vez con los ligeritos que
tiene arriba (Galletti y Farias), aunque con la complicidad de un fondo mens
sana que tuvo más dudas que certezas.
Para Estudiantes fue como un
volver a vivir. Puede mirar el futuro con mejor optimismo. Para Gimnasia, el hoy
no es la muerte, sencillamente porque ya es mañana en Japón.
"JUGAMOS MEJOR Y POR ESO GANAMOS"
Para el DT, la figura fue todo el plantel
Por ARIEL CRESPI
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Néstor Craviotto ganó su primer
Clásico como DT |
El vestuario albirrojo era pura
euforia. Familiares, dirigentes y allegados aguardaban la salida de los
jugadores para estirar el festejo por el triunfo ante Gimnasia. El último en
abandonar los camarines fue Oscar Craviotto que, con una serenidad que no se
correspondía con la alegría que demostraba la gente en la calle, habló con la
prensa. “
Este triunfo se lo dedico a la gente que siempre se portó muy bien
con nosotros", expresó el entrenador. Estas fueron sus
palabras:
-¿Mereció sufrir tanto Estudiantes para quedarse con la
victoria?
-Yo creo que no, pero bueno, los partidos se dan asi. Después,
casi sobre el final, apareció un poco Gimnasia y nos dimos cuenta que las
oportunidades de gol que tuvimos fueron muy importantes.
-¿Se ganó
bien?
-Se gano. Lo demás diganlo ustedes. Nosotros estamos tranquilos,
nos llevamos los tres puntos que era lo que estabamos buscando. Estamos
contentos, ahora en caliente no podemos analizar nada. Que toda la gente de
Estudiantes disfrute de este momento porque creo que los jugadores y todos los
que trabajamos para Estudiantes nos mereciamos este triunfo.
-¿Por
momentos Gimnasia fue una complicación?
-Al principio del partido nos
complicaron un poco. Después de los veinte minutos nos corregimos -aunque
tardamos bastante- y de ahí en más manejamos el partido. Gimnasia en base al
pelotazo nos quiso meter dentro de un arco.
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El Vasco Azconzábal rechazando
ante Sava |
-¿Estudiantes fue superior y por eso
ganó?
-No sé, ganamos nosotros. Eso ya nos deja contentos, la gente se
fue muy feliz y fue un triunfo dedicados a ellos porque siempre se porto muy
bien con nosotros.
-¿Quién fue para vos la figura de
Estudiantes?
-Si bien Galetti fue determinante, creo que la ligura fue
todo el equipo.
-¿Te vas conforme con el juego que mostró
Estudiantes?
-Me voy contento porque ganamos. Como digo siempre, ya
habrá tiempo para analizar, por ahora me dedico solo a disfrutar.
-¿Y
del penal tenés alguna opinión?
-El árbitro dice que Pelusa Cardozo tomó
de la camiseta a un jugador de Gimnasia, pero yo no lo vi.
-¿Es este
uno de los momentos más felices desde tu llegada a Estudiantes?
-No, yo
desde que llegué a Estudiantes estoy feliz. Después puede haber acontecimientos
que te van marcando. Pero bueno, ahora lo que quiero es llegar a mi casa y
disfrutarlo con mi familia. Este es un partido muy importame pero creo que
jugamos mejor que Gimnasia y por eso lo ganamos.