Estudiantes campeon del mundo 1968

el unico campeon de la plata, la verdad no ofende!!!




El 16 de octubre de 1968, el ganador de la Libertadores de ese año igualó 1-1 con el Manchester United, el Old Trafford, y consiguió la Copa Intercontinental, siendo el único club extranjero que se consagró campeón en ese estadio. El gol pincha fue anotado por Juan Ramón Verón en una jugada preparada, marca registrada de aquel equipo. En la ida habían ganado los argentinos 1-0 con gol de Conigliaro.

A sus pies rendido un leon. Pachamé y Bilardo encabezan olímpica, tras la hazaña. Los ingleses no entendían nada.
“Miren bien ese sótano... De allí salieron los Beatles”, comentó con un dejo de solemnidad Roberto Marelli, médico, psicólogo y verdadero gurú espiritual de aquel de Estudiantes, en una recorrida por Liverpool, donde habían ido a ver al local contra el Manchester United por la liga inglesa, antes de jugar la final de la Intercotinental. El comentario despertó mayor interés que otros más “culturales” entre el grupo de muchachos que lo acompañaba. “Los Beatles se plantaron solos contra el mundo y ganaron, y lo lograron porque creían en lo que hacían, creían en sus ideales. Bueno, nosotros somos como los Beatles, estamos solos contra el mundo y queremos ganar apoyados en la fuerza de nuestros ideales”.
Cuarenta años después, Marelli recuerda lo importante del carácter experimental de su tarea, consultado por PERFIL. “Una Navidad que pasamos en Guatemala, Madero se sentó al piano y vi que todos lagrimeaban; ahí me di cuenta de que compartían la misma sensación emocional y de que eso se podía transmitir y resumir en un solo concepto: tenemos que hacer todo lo que no hacen los otros”.

La Tercera campeona de 1966, dirigida por Miguel Ignomiriello, la contratación de Zubeldía a cargo del plantel profesional (y con él, el profe Jorge Kistenmacher y Marelli como médico, psicólogo y motivador) y la lucidez del presidente del club, Mariano Mangano, completaron el círculo virtuoso que le permitió a Estudiantes obtener el Metropolitano 67, las Libertadores del 68, 69 y 70 y la Intercontinental del 68 en base, según Marelli, a tres elementos: dignidad, amor y un poquito de talento.

En el frío del ambiente. La noche del miércoles 16 de octubre de 1968 llovía en Manchester y el Old Trafford rugía, clamando venganza por aquel 1-0 de tres semanas atrás, que había mostrado pierna fuerte, roces y un gol preciso de Marcos Conigliaro.

Las imágenes de los alambrados de la Bombonera, con centenares de policías en el campo de juego, con perros y armas largas, reprimiendo a los hinchas y perturbando a los jugadores con los gases que tan generosamente disparaban en una Argentina ocupada por sus propias Fuerzas Armadas, terminaron de caldear el clima. ¿Cómo se atrevía ese equipo ignoto del Sur del mundo jugarle de igual a igual a una sociedad deportiva del siglo XIX, bancada por la poderosa industria textil de la zona? Osvaldo Zubeldía demostró por qué ya comenzaban a considerarlo un “adelantado” para su época. Porque así como –podría decir hoy Bielsa– procuraba achicar la indeterminación deportiva agotando la previsión de las variables tácticas, cuidaba los detalles anímicos en todos sus aspectos. Por eso, decidió mandar al equipo a reconocer el terreno una hora antes. Porque sabía que esa “aparición indeseable” para el público haría brotar los insultos, el: “Animals!”, y a la hora del partido, la presión externa no los amilanaría porque ya habría pasado lo peor.

“El ambiente se había hecho un poco hostil, es cierto, porque Manchester era un equipo importante y no quería perder. La cancha no tenía alambrado olímpico y nosotros no estábamos acostumbrados a eso”, reconoce hoy Poletti, “por lo que la jugada de Osvaldo fue la de un maestro”.

Y salieron a jugar dentro de lo que había previsto Zubeldía. Aguantar los primeros 20 minutos de la avalancha inglesa. Madero o Aguirre Suárez sobre Dennis Law; Pachamé, pegado a Kidd; Bilardo, con Crerand y Togneri, encima de Bobby Charlton.

Pero la suposición inicial fue desmentida por los famosos imponderables y a los siete minutos, Verón había puesto al Pincha 1-0. “Fue una jugada preparada”, recuerda la Bruja, “de las que practicábamos siempre. Madero tiraba el centro desde la izquierda, mis compañeros hacían cortina y yo entraba limpito desde atrás. Salió perfecta, y yo crucé de cabeza la pelota al segundo palo del arquero”. Un paraguas se estrelló en la cabeza de José María Muñoz por gritar el gol para la radio.

En el segundo tiempo, el Pincha aguantó y aguantó. Tras una larga refriega de Medina con Best, ambos se fueron expulsados y llegó enseguida el gol de Morgan. Faltaba poco y Poletti, cada vez más enorme, era la garantía del éxito. Que llegó y se logró y le permitió a Estudiantes tener un lugar grande en la historia del fútbol argentino, del único modo que la historia del deporte conoce: triunfos y campeonatos, la base de cualquier mística.

Mitos y realidades. A fines de los 60, el fútbol argentino no escapaba de las generales de la ley del fútbol mundial. Había favoritismo con los equipos grandes y el “establishment” futbolero porteño no terminaba de deglutir que un “chico” se inmiscuyera en el reparto de la torta. Esto, reforzado por el estilo aguerrido y el explotar las “debilidades anímicas” de sus rivales generó el mito de los alfileres de Bilardo, de los pisotones de Poletti y tantos otros. La realidad marca que por aquel entonces todos jugaban, no al filo del reglamento –como le gustaba decir a los relatores- sino violándolo reiteradamente, con la complicidad de árbitros y dirigentes.

Hace poco, en una celebración por los 40 años del San Lorenzo del ’68, el Lobo Fischer y el Toscano Rendo les confesaron a Poletti, Verón y Malbernat, poniéndole fin a una polémica que quedó definitivamente en el pasado: “La única verdad es que ustedes jugaban muy bien al fútbol, eran un gran equipo”.

Estudiantes vs Manchester 1968

El partido de ida. El 25 de septiembre de 1968 en el Estadio de Boca.

ESTUDIANTES JUGÓ ESTA COPA DEL MUNDO TRAS SER CAMPEON DE LA COPA LIBERTADORES DE AMERICA GANADOLE LA FINAL AL PALMEIRAS DE BRASIL...
MIENTRAS QUE EL MANCHESTER JUGÓ ESTA COPA DEL MUNDO TRAS SER CAMPEON DE LA (hoy en día) CHAMPIONS LEAGUE DE EUROPA GANANDOLE LA FINAL AL BENFICA DE PORTUGAL.

Partido de ida en Argentina, en la Bombonera el 25 de septiembre 1968
Estudiantes 1 – Manchester United 0

ESTUDIANTES: Poletti; Malbernat, Aguirre Suárez, Madero y Medina; Bilardo, Pachamé, Togneri; Ribaudo, Conigliaro y Verón.- D.T: ZUBELDÍA

MANCHESTER: Stepney; Crerand, Sadler, Foulkes y Dunne; Burns, Stiles, Charlton; Morgan, Law y Best

Gol: (ESTUDIANTES) Marcos Conigliaro a los 28 minutos del primer tiempo.

16 de Octubre en Old Trafford
Estudiantes de La Plata (Argentina) se consagra campeón de la Copa Intercontinental en la propia cancha del Manchester United (Inglarerra). Ya que en el partido de ida ganó 1 a 0 y en el de vuelta empató 1 a 1 en el Old Trafford .



PARTIDO DE VUELTA. 16 de octubre de 1968 en el Old Trafford

Manchester 1 – Estudiantes 1
Formaciones:

MANCHESTER: Stepney; Crerand, Sadler, Foulkes y Dunne; Burns, Kidd, Charlton; Morgan, Law y Best

ESTUDIANTES: Poletti; Malbernat, Aguirre Suárez, Madero y Medina; Bilardo, Pachamé, Togneri; Ribaudo, Conigliaro y Verón.- D.T: ZUBELDÍA

Goles: A los 7 minutos del 1er tiempo, gol de la Bruja Verón; el león se ponía 1 a 0. Recién a los 44 del segundo llegó el empate de Manchester, lo hizo Morgan; pero el empate no les alcanzó a los ingleses ya que el en partido de ida el pincha había ganado 1 a 0. Luego expulsan Medina (E) y Best (M).



"El fervor del hincha de fútbol en la ciudad de La Plata comienza justamente con el nacimiento del club Estudiantes en el año 1905.
Porque el León se funda para ser un club de fútbol; que es el deporte que mueve multitudes a diferencia de otros deportes.

Los demás clubes de la ciudad hasta entonces tenían otros deportes como actividades principales; estos otros deportes eran importantes, pero no llamaban la atención a la población platense en cuanto a lo que significa ser hinchas fanáticos.
Es por eso que cuando nace Estudiantes, nace el fútbol en la ciudad de La Plata, y como tal (deporte popular a diferencia de otros deportes) nace el fervor y la alegría del fanatismo por un equipo de fútbol en la población de la ciudad de La Plata (y con el correr de los años también se fue trasladando este fervor por el león a la gente de otras ciudades).