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MÚSICA / PULP, EN EL LUNA PARK

Una banda de clase diferente

Los británicos dieron un show sólido de más de dos horas, con un gran despliegue.

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“Quiero vivir como la gente común / Quiero hacer lo que la gente común hace / Quiero acostarme con gente común como vos”, dijo la millonaria griega que Jarvis Cocker pinta de cuerpo entero en ese viñeta perfecta de la Inglaterra de los 90’ que es Common People . El concierto de Pulp acariciaba el final y un Luna Park abarrotado de gente común sabía que era testigo de una velada especial. La banda que fuera estandarte de la Cool Britannia pisaba un escenario argentino luego de una larga espera y cumplía con un concierto inolvidable. Así, en menos de un mes, al álbum de figuritas británico se adhirieron dos de “las difíciles”: Suede y Pulp.
A esta altura de la noche del miércoles, los de Sheffield habían sacado a relucir lo mejor de su repertorio. Obviando una extensa e inexplicable introducción (incluidas frases amigables en español que un láser proyectaba sobre un telón negro), Pulp fue directo a la yugular con Do You Remember First Time?
, puntapié a toda orquesta que subió aún más una temperatura ambiente alta. El grupo sabe que sus cartas ganadoras habitan en ese conglomerado de himnos que es Different Class (1995). De allí, llegaron los puntos más festejados del primer tramo.
Something Changed , Disco 2000 y Sorted For E’s & Wizz , le dieron forma a un bloque sólido, sin respiro.
Como esos profesores de secundaria, que siempre tienen tiza en el bolsillo para llenar el pizarrón de apuntes, Jarvis hizo su show dentro del show. Histriónico, arengador, charlatán y hasta torpe, el cantante tomó la posta entre tema y tema para comunicarse con su público, bordeando el Stand Up. Sin caer en esa demagogia que llegan con las banderas y las camisetas de la Selección, intentó comunicarse en un trabado castellano, pronunciando latiguillos como “La noche está en pañales”, “Vamos a tirar la casa por la ventana” o “Esta es la verdad de la milanesa”, entre las más simpáticas.
A todo esto, el derrotero de hits seguía su marcha.
Babies , Underwear , This Is Hardcore (momento épico de la velada) y S unrise hicieron lucir a una banda compacta, la cual conoce de grandes faenas. Y en cuanto a la puesta en escena, Pulp trajo el mismo despliegue tecnológico (láser, sonido, luces, escenografía) que hubieran llevado a Glastonbury. “Sólo hay un lugar donde podemos ir / Cerca de la esquina del Soho / Donde otras personas deshechas van” ( Bar Italia ), entonaba Jarvis, extendiendo una invitación a ese cafecito del centro de Londres donde hacen el mejor café latte del planeta.
Como quien se resiste a separase de su novia nueva, los bises terminaron siendo un mini recital. Los que pelearon el trono del Britpop con Blur y Oasis salieron a deshojar la composición del filme Trainspotting , Mile End (entre sórdida y elegante, la quintaesencia cancionera del grupo), A Little Soul (según Cocker, no la tocaban hace mucho), Help The Aged , Miss-Shaped y Party Hard . Entonces, tras más de dos horas de sutilezas, baile y grandes melodías, Pulp dio las hurras y dejó la sensación de que sí, lo suyo es de diferente clase.