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El ruso Prátola
Edgardo Fabián Prátola (nacido La Plata el 20 mayo de 1969 y fallecido en la misma ciudad el 27 de abril de 2002) fue un jugador de fútbol argentino.
Jugó en de La Plata y fue pieza importante en el ascenso a Primera Division en la temporada 1994/95. Luego jugó en el club León de México y en Unión de Santa Fe, antes de retornar a Estudiantes en el año 2000.
Su último partido lo disputó el 11 de marzo de 2001 ante el rival de toda la vida, Gimnasia y Esgrima de La Plata, venciendo Estudiantes por 2-1.
Diagnosticado con pólipos , y luego cáncer en el colon, padeció una serie de operaciones que no pudieron curarlo. Prátola comunicó abiertamente su enfermedad, luchó hasta el final por su vida y falleció el 27 de abril de 2002.
Antes de morir, pidió que no se postergase el partido entre Estudiantes de La Plata e Independiente que debía disputarse ese fin de semana. El partido se jugó y ambas hinchadas homenajearon su memoria. Incluso, hasta la hinchada del eterno rival de Estudiantes, Gimnasia, se sumó a la despedida y colgó banderas con su nombre.
Cuando Estudiantes se consagró campeón del Torneo Apertura 2006, sus ex compañeros José Luis Calderón y Juan Sebastián Verón le dedicaron una conmemoración, así como la hinchada del pincha y el equipo en general. Este hecho se repitió tras ganar la Copa Libertadores en 2009.
RUSO PRATOLA
El Ruso Prátola es (y será por siempre) uno de los jugadores más reconocidos por la gente de Estudiantes de La Plata. nació el 20 de Mayo de 1969 en el barrio de Tolosa, ciudad de La Plata. Su carrera futbolística comenzó en las inferiores del club albirrojo. El 23 de Octubre de 1988 debutó en Primera División donde Estudiantes, de local, le ganó a San Martín de Tucumán 3 a 1 en el estadio de 1 y 57. En el año 1994 sufrió el descenso, 9 meses más tarde vuelve a Primera División siendo el capitán del equipo. En el año 1996 fue transferido al León de México donde jugo 3 temporadas, hasta el año 1999 que retorna al fútbol Argentino para incorporarse al plantel de Unión de Santa Fe. Un año más tarde vuelve al club de sus amores y en Enero de 2001 se entera que tiene Cáncer de colon. Desde ese momento deja de jugar y pierde unos cuantos Kilos, pero él siempre tenía fuerza para todo y pide jugar el 11 de Marzo en el partido contra Gimnasia (ya con 8 kilos menos) sabiendo que podría ser su último partido. El 12 de Abril del mismo año confiesa su enfermedad a toda la gente.
Desde ese día el Ruso nunca bajó los brazos; luchó dentro y fuera de la cancha como un León, dejando un mensaje de esperanza y fuerza a todos sus seguidores. A partir de ese momento paso a ser uno de los íconos más importantes de nuestra institución. En la foto podemos ver al Ruso más flaco de lo habitual por la enfermedad que sufría. Pero él nunca pensó en dejar de jugar (y luchar), dando su mayor esfuerzo para volver a vestir, otra vez en la cancha, la camiseta que hasta el día de hoy sigue amando.
En la madrugada del 27 de Abril de 2002, el mismo día que Estudiantes se enfrentaba a Independiente en Avellaneda, en el hospital Italiano de nuestra ciudad, muere acompañado por su esposa y familia. Un día anterior, sabiendo que ese podría ser su último día, le pidió a sus familiares que pase lo que pase el partido no se suspendiera. El Presidente del club, en ese entonces Cinchetti, le comunica al plantel de Estudiantes, que en ese momento estaba concentrando en el Country de City Bell, la desaparición del Ruso, comunicando también el mensaje que había dejado el Ruso antes de su muerte. Tal es así que el partido se llevó a cabo el día programado. Sus compañeros y rivales homenajearon a Prátola formando un círculo en la mitad de la cancha, dando un minuto de silencio para recordarlo. Ese fue el día que los hinchas de Estudiantes y de otros clubes se unieron en llanto, dejando las diferencias de lado, y por momentos todos los sentimientos fueron para el hombre que demostró su gran fuerza y coraje en la vida.
El Ruso era reconocido como una persona muy buena, compañero, capaz de dejar todo por un amigo, como lo hizo con la camiseta que lo vio nacer desde muy chico; excelente hombre y padre de dos hermosas criaturas, Lara y Camila, que ahora las cuida desde el cielo. Todos los que sentimos este sentimiento por el Ruso Prátola sabemos que nunca dejó de estar en cada partido o festejo de Estudiantes de La Plata, siempre está, lo sentimos con nosotros: saltando, alentando al Pincha, dentro de la cancha, trabando una pelota para que el rival no llegue a nuestro arco, defendiendo. A él siempre le gustaba esa parte que con orgullo y sentimiento le gritamos todos los hinchas: RUSO, RUSO ,RUSO , HUEVO, HUEVO, HUEVO.
Nunca vamos a olvidar ese verano de 2002, en Mar del Plata, cuando le ganamos a Gimnasia 3 a 0 y cuando terminó el partido saliste a festejar, como hincha y jugador, llenándote los ojos de lágrimas y con la mano en el corazón (foto), expresando la alegría que sentías al vernos de nuevo desde la cancha, gritando dale León, dale León, dale León que lo gritabas con alma y vida.
El 28 de Abril se llevó a cabo una misa en recordatorio al Ruso, donde gritamos todos: "vamos Pincha ponga huevo, que el Ruso alienta desde el cielo". Después de la misa, la familia le hizo realidad el deseo que el tanto quería, cremarlo y esparcir las cenizas en el estadio de 1 y 57, donde hoy descansa en paz.
GRACIAS RUSO por lo que fuiste, sos y serás para toda la familia Pincharrata. Los recuerdos inolvidables y la enseñanza de vida que nos dejaste, cada Pincha te recuerda con una lágrima en los ojos y una mano en el corazón.
Una Carta Durisima y un desenlace que enmudecio al Futbol Argentino.
En la madrugada del 27 de Abril de 2002, el mismo día que Estudiantes se enfrentaba a Independiente en Avellaneda, en el hospital Italiano de nuestra ciudad, muere acompañado por su esposa y familia.
Un día anterior, sabiendo que ese podría ser su último día, le pidió a sus familiares que pase lo que pase el partido no se suspendiera. El Presidente del club, en ese entonces Cinchetti, le comunica al plantel de Estudiantes, que en ese momento estaba concentrando en el Country de City Bell, la desaparición del Ruso, comunicando también el mensaje que había dejado el Ruso antes de su muerte quien tambien dejaria una carta diciendo "El Ruso tiene fuerza para todos.
Me sobra fuerza para todos. Tengan ánimo para salir adelante". La noticia fue recibida en primer lugar por el técnico del equipo platense Néstor Oscar Craviotto que al escuchar estas palabras rompió en llanto. Cuando el plantel se levantó a desayunar jamás se imaginó la noticia que iban a escuchar. Quien se ocupó de darles las malas nuevas al plantel fue el profe Valgoni, pero antes de esto tres directivos de la institución llegaron al predio de City Bell, y algunos ya sospechaban las maniobras. Bajo una arboleda del Country Club los jugadores escucharon atentos: Pablo Quattocci, Raúl Cascini y el Vasco Azconzabal quedaron shockeados; mientras que Diego Colotto, máximo admirador del Ruso, rompió en llanto sin poderlo creer. Todo el plantel enfrentó su peor pesadilla: la muerte del Ruso.
Tal es así que el partido se llevó a cabo el día programado. Sus compañeros y rivales homenajearon a Prátola formando un círculo en la mitad de la cancha, dando un minuto de silencio para recordarlo. Ese fue el día que los hinchas de Estudiantes y de otros clubes se unieron en llanto, dejando las diferencias de lado, y por momentos todos los sentimientos fueron para el hombre que demostró su gran fuerza y coraje en la vida demostrandoles a su familia Ana Laura y sus dos hijas Camila y Iara que el cuatro de mayo habia cumplido su primer añito sin la presencia de su papá, que el Ruso era un Leon en la cancha y en la vida tmb lo fue.
Hasta los mismos hinchas de Gimnasia y Esgrima La Plata lloraron por este episodio y pusieron banderas de apoyo cuando jugaron al domingo siguiente.
En una de sus ultimas entrevistas dijo.....
—¿Y cuándo empezaste a ver las cosas de otra manera?
—Enseguida. Llegué del médico, entré a casa, y lo primero que hice fue ver a Camila (su otra hija de dos años) que me dijo: ''Hola papi, te quiero''. Me di cuenta de que debía salir adelante.
Su recuperación no sólo pasa por la quimioterapia. El Ruso Prátola tiene, además, una necesidad: ir a presenciar los entrenamientos todos los días, siempre y cuando el clima lo permita. El frío lo afecta y una mínima gripe retrasaría los tiempos del tratamiento. Por eso tampoco aceptó un ofrecimiento del entrenador Oscar Craviotto para colaborar con el cuerpo técnico. "Primero me embalé, tenía muchas ganas. Pero después, pensándolo en frío, sabía que no iba a poder responder. Las sesiones de quimioterapia te golpean fuerte y estoy dos o tres días mal de ánimo y sin salir de casa. Por eso no podía cumplir un contrato. Eso sí, le dije a Craviotto que estando bien voy a estar todos los días ahí, me va a tener que sacar a patadas", asegura entre risas.
Y esas risas, precisamente, son el reflejo de su estado actual. Se ríe constantemente, sobre todo cuando brotan los recuerdos futboleros, como aquella dupla que formaba con Trotta con la que eran el terror de los rivales en las Inferiores pinchas.
—¿Qué aprendiste en estos meses?
—A ver todo desde otra óptica. A disfrutar más las sonrisas de mis hijas y a no hacerme problemas por las taradeces que antes me volvían loco. En otro tiempo decías que estabas enfermo de cáncer y contabas los días. Ahora, con los avances de la medicina y las ganas de uno, sólo pienso en terminar el tratamiento y recomenzar una vida normal. Es más, hoy te digo que estoy enfermo porque me miro al espejo y tengo 10 kilos de menos y porque voy al tratamiento. Si no, no me daría cuenta de que tengo esta enfermedad.
—El mundo del fútbol, tantas veces criticado, se mostró muy solidario con vos.
—La verdad, me sorprendió. Trascendió tanto el tema que se convirtió en algo nacional. Me llaman de todos lados; mandan cartas, mails, banderas. Me hablaron jugadores con los que nunca había tenido relación. Y hasta Grondona, el presidente de la AFA. Puta, parece increíble que te tenga que pasar algo grosso para darte cuenta de que la gente, a pesar de todos los quilombos que tiene, piensa en el prójimo.
—¿Qué fue lo que más te llegó?
—Es raro, pero un hincha de Gimnasia que me dijo que quiere volver a putearme.( en referencia a k lo keria ver sano dentro de la cancha).
Su Ultimo Partido en 1era. Division
Aun con su enfermedad nucn abajo los brazos.
Su último encuentro tuvo el sabor de lo inolvidable: el 11 de marzo de 2001, Estudiantes venció a Gimnasia, el clásico rival, por 2 a 1. El Ruso, semanas atrás, ya había perdido bastante peso y su presencia estuvo en duda hasta minutos antes. Pero él mismo pidió jugar, acaso con la convicción de que sería la última vez.
Otro Homenaje
En la recordada pasada final por el Torneo Apertura 2006 fue que se escucho la voz entrecortada de Juan Sebastián Verón repasaba agradecimientos. Familia, hinchas, compañeros. Y de pronto se oyó el latir de los corazones. "Es también para el Ruso, que está con nosotros", esbozó una Bruja emocionada. Se escucharon aplausos y un "olé, olé, olé, Rusooo, Rusooo" que resultó conmovedor. Y Edgardo Prátola, en el recuerdo de todos los hinchas de Estudiantes, provocó llantos.
Se trató quizá del momento de mayor tensión dentro de los festejos del Pincha cuando Juan S. Veron emocionado llorando grito por los altoparlantes mirando al cielo "Para vos ruso". Sin embargo, las menciones para el ex jugador de Estudiantes, quien falleció el 27 de abril del 2002 después de pelearla durante meses contra un cáncer de colon, no se limitaron a ese lapso. "El Ruso es un hermano que siempre va a estar en el corazón de todos nosotros", adhirió José Luis Calderón, otro de los que compartieron vestuario con el defensor (además del delantero y la Bruja, también Alayes) y uno de los que mostraron orgullosos las camisetas con el mensaje "Ruso, estás con nosotros", y la Nø 2 en la espalda, ésa que lució Prátola, ésa que estuvo archivada durante más de un año hasta que la vistió su amigo Trotta.
De mi parte cada vez que trato de homenajearlo con mis 30 años encima sigo emocionandome al recordar lo triste que resulto todo, las ganas k le puso para seguir viviendo disfrutar de sus dos hijas pequeñas, d ela vida misma y el destino le jugo una mala pasada a un Leon de la vida.
Desde ya siempre en mi corazòn y como siempre dire a todo lo malo que nos pasa metamosle garra, como el Ruso.
Saludos.
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